La impresión 3D en la medicina: medicamentos personalizados

Una novedad de la impresión 3D en la medicina es crear medicamentos a la carta.

Gracias a la tecnología de la impresión 3D se pueden crear fármacos que sean más apetecibles con dosis, formas o colores personalizadas de forma rápida y sencilla. Esto ha sido comprobado por la farmacéutica y estudiante de doctorado en Investigación y Desarrollo de Medicamentos de la Universidad de Santiago de Compostela.

Una investigación menciona que “las formas farmacéuticas masticables han ganado adeptos debido a su capacidad para facilitar la deglución, especialmente en pacientes pediátricos, geriátricos y con disfagia”, sin embargo, algunas de las respuestas es que las formulaciones masticables actuales tienen en cuenta las preferencias de dosificación y palatabilidad. Por ello, la impresión 3D ha surgido como un nuevo método de fabricación para producir formas farmacéuticas masticables personalizadas.

Esta innovadora idea ofrece flexibilidad para seleccionar dosis y propiedades específicas para cada paciente que se relacionan completamente con la eficacia, seguridad y adherencia al tratamiento.

Además, la impresión 3D en medicina permite crear formas farmacéuticas más apetecibles, en la que se utilizan los mismos excipientes que los comprimidos masticables convencionales y se ha vuelto superior a los métodos de fabricación utilizados actualmente.

Formas masticables de medicamentos

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Los comprimidos masticables son formas de dosificar adecuadamente, para su uso en determinadas poblaciones de pacientes que tienen requerimientos individuales. A pesar de las ventajas que ofrece este tipo de medicamentos, los métodos actuales utilizados para su producción son lentos y flexibles, lo que hace compilada la optimización de las características de la forma de dosificación en función de las necesidades y preferencias individuales de los pacientes, afectando su adherencia al plan terapéutico.

Además, se debe mencionar que las formas farmacéuticas masticables se utilizan en la práctica clínica habitual, tanto en humanos como en animales, pero todavía se necesitan nuevos enfoques capaces de abordar las limitaciones de los métodos de fabricación convencional.

El concepto se ha probado en un ensayo clínico realizado en un entorno hospitalario con niños, el cual tuvo resultados positivos, sirviendo como testimonio del gran potencial de la impresión 3D. Según la autora principal del estudio: “las ventajas de esta tecnología no se limitan a la atención sanitaria humana, sino que también se extienden a la medicina veterinaria, donde tanto los veterinarios como los propietarios de mascotas podrían aprovecharla para crear formulaciones personalizables de forma rápida y sencilla, evitando errores de dosificación o el rechazo de los animales a los medicamentos poco apetecibles”.