La impresión 3D es el proceso en el cual se crean objetos mediante el depósito de capas de material unas sobre otras. También conocida como fabricación aditiva cuando se utiliza en la producción industrial, en lugar de usar los métodos sustractivos.
La impresión en 3D existe desde hace algunas décadas, pues esta tecnología se inventó a principios de los años 80, que al principio empezó siendo una técnica lenta y costosa, como la mayoría de las nuevas tecnologías que se desarrollan; sin embargo, los avances tecnológicos de la manufactura aditiva han hecho que estos sean más asequibles y rápidas.
Funcionamiento de impresora 3D
Se crea un modelo digital en 3D que se corta en cientos de capas finas mediante un software específico para exportarlo en un lenguaje que la impresora 3D lee para saber con precisión cuándo y dónde depositar el material.
Las capas se imprimen consecutivamente en 3D de una en una hasta obtener el objeto completamente impreso.
La impresión en 3D tiene un gran número de ventajas para los usuarios, una de las más importantes es la capacidad de producir diseños muy complejos que serían muy difícil o imposible de diseñar de otro modo. Además, la velocidad es un factor importante pues aunque, la impresión puede llevar horas o días, sigue siendo mucho más rápida que los métodos de producción habitual.
La creación de prototipos es uno de los usos profesionales más populares de la impresión 3D, puede realizarse dentro de la empresa con poco o ningún tiempo de espera, y las iteraciones del diseño pueden implementarse en el momento.
¿Para qué se usa la impresión 3D?
Esta tecnología tiene una amplia gama de aplicaciones en la que puede ser utilizada, desde objetos para uso personal o comercialización, hasta para uso profesional, en el que las ventajas son más notables gracias a la diversidad y disponibilidad de materiales de impresión 3D.
La impresión puede ser usada para prototipado rápido en el mundo profesional, que es la creación de prototipos de forma inmediata. Se diseña rápidamente un modelo y se imprime en 3D poco después. Un ejemplo fue durante la pandemia mundial de coronavirus, en la que se diseñaron respiradores y protectores faciales en días y se produjeron en masa en pocas semanas.
El potencial, la adaptabilidad y la rapidez que ofrece la fabricación aditiva es lo que destaca a esta tecnología, pues se puede aplicar en situaciones normales y más afortunadas en diversos sectores, como el aeroespacial, educación, automoción, médico, petróleo, entre muchas otras.
También, se usa en piezas de uso final. El avance tecnológico de la impresión 3D ha logrado que hoy en día se obtengan piezas de buena calidad que las industrias pueden utilizar directamente. Algunas marcas de automóviles, llegan a utilizar la fabricación aditiva para producir ciertas partes del interior del coche o componentes del motor.
Sin embargo, hay obstáculos que superar para que la impresión 3D sea viable para los artículos de uso final. Las piezas deben estar certificadas, especialmente en el caso de industrias muy reguladas como la aeroespacial. Deben ser idénticas para obtener la certificación AM, lo que requiere impresoras 3D extremadamente precisas y procesos y materiales estandarizados.
Las herramientas son otro de los principales usos de la impresión 3D. El servicio de impresión 3D puede fabricar herramientas, plantillas y accesorios de forma rápida, en el momento y sin retrasar la cadena de producción debido a la falta de un dispositivo. Esto también permite a los profesionales adaptar sus herramientas y utensilios al objeto o pieza en la que están trabajando y no al revés.